
Con la televisión
y las tablets llega un mundo nuevo y colorido que puede enganchar a los más pequeños
de forma instantánea. Y aunque es posible hacer que el tiempo frente a la pantalla
sea una actividad familiar interactiva y educativa, vale la pena tratar de preservar
el amor por los libros. Sigue estos consejos para cultivar en tus hijos hábitos
de lectura que duren para toda la vida. Conviértelo en un ritual diario. Lean
juntos todas las noches–o en otro momento del día.
Crear la
rutina es lo importante. Permíteles elegir. Puedes gruñir cuando tus hijos te
pidan leer algo por enésima vez, pero son esos libros favoritos que siempre los
reconfortarán y entretendrán. Encuentra un lugar especial y tranquilo. No es
necesario tener una gran casa para crear un espacio de lectura. Cualquier sitio
donde haya espacio para al menos dos personas funcionará. Con almohadas, mantas
y una luz tenue puedes hacerlo aún más acogedor. No elimines todo el tiempo
frente a la pantalla. Cuando el contenido de los medios es apropiado y de
calidad tiene beneficios comprobados, así que puede ser positivo si se equilibra
el tiempo de uso con otras actividades. Solo trata de ser estratégico con respecto
a cuándo, con qué frecuencia y cuánto tiempo están los niños frente a las
pantallas. Renueva la selección constantemente.
Las
bibliotecas son ideales, ya que nunca se sabe lo que les gustará a los niños.
Ve con regularidad y revísalos libros de los autores favoritos de tus hijos o de
sus temas preferidos. Busca libros con experiencias sensoriales. Permite que
los niños disfruten la experiencia táctil de pasar las páginas, tocar
diferentes texturas, levantar pestañas y más. Ten libros en todos lados.
¿Libros en el automóvil? ¡Sí! ¿Libros en el baño? ¡Claro que sí! Hay estudios que
han demostrado que tener muchos libros en casa puede darles a los niños un gran
impulso en la escuela. El amor a la lectura es un gran regalo que puedes darles
a tus hijos y que les durará toda la vida.
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